aun cuando la lluvia moje mi cara,
cuando se enfríen mis pensamientos,
te llevare siempre en mi pecho.
Tus manos son un pequeño pasaporte,
y tu sonrisa mi mayor debilidad,
llena de alegría y bondad,
mis días, mi vida, en tu norte.
Siento temor de olvidos,
presagio de quererte por siempre,
locura de tenerte a mi lado,
cuento el tiempo en latidos.
Lágrimas de días lluviosos,
silencios de amor eterno,
abrazos de largas horas,
crepúsculo inmenso y vanidoso.
Déjame tocarte una vez más,
tu suave piel de milagros,
tu tono tan amable y dulce,
mi delirio de saber que estás.
Sos fuego en mi lago,
sos frío en mi infierno,
sos abrigo de mi invierno,
sos amor donde naufrago.
Voy a guardar en mi estrado,
esta loca manera de amarte,
viviré solo para soñarte y
jamás abriré nuestro candado.
AUTOR: Magnánimo
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