lunes, 28 de abril de 2008

Esperar en soledad

Nos vimos en un lugar, tratando de ignorar lo que ocurría a nuestro alrededor.Las detestables citas a ciegas tienen un componente especial que las hace fascinantes: la posibilidad de que, tras un golpe de suerte, la vida cambie y la felicidad comience a sonar entre los latidos del corazón .Pero los golpes de suerte que se esconden en los juegos de azar, la lotería y las citas a ciegas, son asignados a los Príncipes de los cuentos infantiles, no de los mortales simples y sencillos.El era una persona como todos y hablaba como ninguno. Tenía un encanto personal que lo hacía bromear con total fluidez, discutir con certeza y seducir con efectividad.Yo fui presa fácil … me comporté definitivamente como una niña que espera ese regalo prometido que calme su capricho ,como devolviendo el más dulce regocijo a su alma, para dar momentos de tranquilidad a su larga espera . La noche llegó con la correspondiente despedida y las promesas de rigor de volvernos a ver, cuando los vientos favorables soplen hacia el rincón del nuevo encuentro.Me senté y miré la noche detrás de la ventana; me hubiese gustado mirar la noche a su lado. ¿Acaso había esperado encontrar a alguien que mire la noche conmigo? Se, que así es, se que más allá de el sexo desenfrenado y el sudor sobre las sabanas, lo que me conduce es el deseo inmortal de encontrar a alguien que entienda mis palabras y aprecie mis silencios. Pero los silencios se fueron alargando tras cada mensaje no respondido, tras cada llamado no atendido, deseando despertar del letargo en el cual me mantenía . Y así empezó a desvanecer algo que perfectamente sabíamos que estaba …, pero que por su cobarde sentir, de que el miedo es más fuerte que la interminable búsqueda de ser feliz ,y que dejarse caer al vacío sin haber tenido la oportunidad de probar lo diferente, lo simple de mi ser, el encanto de todo mi amor,la paz de mi alma… y que entregarse a su destino ya marcado lo llevaría a sentirse perdido....y que dejar pasar los días, las horas y los minutos como abismos ,seria la forma más cruel de castigarnos,solo para reparar el daño de su pasado.Esta soy yo, con el corazón en la mano ,con el alma sin luz y un cuerpo perdido , que solo tratan de entender algo que nunca vivió ,y hoy tiene que juntar las migajas y como mendigo conformarse con los restos de lo que él solo tiene para mi. Las ideas se me escapan, se cruzan con los deseos que mantengo y que jamás se cumplen. Pero,... Si se está tomando el tiempo de rigor para responderme...¿es que habré sido muy presurosa? ¿quien sabe?Yo soy de aquellas que no cuentan el tiempo por minutos, si no por latidos del corazón, así que debes comprender que mi lejano cielo se mueve con una sincronía diferente, desesperante, mortal …. que solo espera, espera en su soledad …….
Autor: Dulce

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