El retoño del ciprés
Ya no esparce aquella brisa
Preocupado, muestra prisa
En parecerse, no a el.
Ha visto que en el vergel
Las cizañas están vivas,
Quizás como aquellas pibas
Reinando en falsos imperios
Y en cuyos sueños etéreos
No ven, fútiles, triviales
Por ansiar los arrabales
El destino de un laurel:
Ser puente perfecto y noble
Entre poeta y Edén.
Autor: Dionisio
Gracias por tu aporte.
viernes, 28 de octubre de 2011
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